Vuelta revuelta

Se que he estado desconectado unos diillas, pero es que las vacaciones y recaer en el vicio del world of warcraft son pasiones muy duras, ramén de pasarme otros dos juegos offline y leerme un par de libricos.

Se que todas esas cuestiones os la traen realmente al pairo, así que escribiré algo que a pesar de ser algo trivial y anodino, me ha resultado de lo más interesante para mi iluminación personal, que es de lo que se trata mi vida.

Estaba viendo yo una serie de videoclips (si también que raro en mí pensareis, pero son una fuente de paz para mi persona que me han acompañado desde pequeño, de hecho lo primero que vi por la tele yo solico fue el "like a virgin" de Madona) y reviendo algunos (fue una noche muy larga), pensé para mi mismo, como humana persana que soy, "todo el mundo debería de ver estos vidéos porque muestran cosas importantes de la vida y les ayudarán tanto como me han ayudado a mí" y entonces, sin aviso, sin cambios aparentes en mi entorno, sin señal alguna en el horizonte me golpeó.

Sí sí, me golpeó, creo que fue la parte derecha del cerebro, o tan solo fue el rebote en el hemisferio izquierdo, pero un pensamiento como un puñal se abrió paso por encima de todas las demás ideas o ruidos en mi cerebro: "lo que estás pensando es lo mismo que hicieron tus profesores contigo, al mandarte leer esos libros que en esa época te parecieron tan horribles". Cierto es que la mayoría de esos libros pedían una madurez cultural que tal vez no poseía entonces, pero la verdad subyacente de todo esto es mucho más compleja y a la vez ridículamente sencilla.

De forma compleja podríamos empezar a debatir sobre las diferentes experiencias vitales que nos llevan a que nos gusten las cosas que nos atraen, o dicho en román paladino, nuestros gustos. Los cuales harán que por bondad o por simple sensación de superioridad cultural recomendemos unos libros u otros (donde digo libros digo diego).

Sobre todo esto podría escribir párrafos, pero como parece ser que mi público reclama posts más cortos, en un alarde de bondad infinita (y de vaguería supina) pasaré directamente a la forma sencilla, y esta es que, Einstein tenía razón.

"Ya se le fue la pinza a éste" pensareis, y con razón, pues se me cayó una pinza el otro día, pero si pensais en mi salud mental.. también teneis razón pues nunca la tuve, pero os tengo engañadísimos.

Lo de Einstein lo digo porque todo es relativo, pero relativo a la persona que lo dice, cada persona le da una importancia y un valor. "Pues has descubierto América tú majo" pensareis también. Ciertamente no, ya que ese fue Erik el Rojo... lo que realmente digo es que el problema con estas cosas de la docencia es que poca gente es capaz de ver más allá de su diminuto mundo y experiencias, recomendando a toda clase de gente cosas que son importantes para si mismos, pero que puede ser perfectamente supérfluo para muchos.

En conclusión, somo unos malditos egoistas hijos de perra que no podemos ver más allá de nuestras narices, pero que no podemos vivir solos. Ramén.