Aviso a navegantes y surferos

Es altamente recomendable el visionado de las películas ideocracia y la guía del autoestopista galáctico si se quieren entender en su plenitud las ideas expresadas en este blog. 

Así mismo es recomendable la lectura de la saga de Fundación y todos los libros de Terry Pratchett para entender la intención y expresión de la que están empapados los textos aquí redactados.

Gracias por visitarme y muchas más gracias si has tenido la paciencia de leerme (Que el espagueti te tenga en su gloria).

lunes, 15 de septiembre de 2008

Sicarios/esclavos

Retomando el ya añejo post de "¿Buenos?", en el que me fue señalado el dejar de lado el sufrimiento de los sicarios/esclavos, me propongo enmendar mi error y falta de atención dedicándoles unas pocas líneas, en las cuales a mi entender se verá reflejado su sufrimiento y resignación a partes, como el mundo, desiguales.

La vida de un sicario/esclavo es dura ya desde el nacimiento por múltiples razones, pero la primera es que no tienen derecho a un seguro colectivo ni a reuniones, porque al realizar trabajos no legales en su país de residencia las autoridades les niegan el derecho a reunión y a asociarse para sus actividades, que son las que les dan de comer.

Por lo que al nacer el parto tiene que ser pagado íntegramente sin tener acceso a la seguridad social, ya que normalmente residen en países que sanitariamente son algo tercermundistas (perdón quería decir elitistas y capitalistas, en que estaría yo pensando).

Este pequeño problema monetario puede parecer ínfimo ya que supuestamente un buen sicario/esclavo está bien remunerado (en dinero negro claro porque el fisco suele denunciar a los que declaran ingresos del estilo "por el alijo del otro día" "por apalizar a un cretino" "por chofer de atraco...") y claro tienen que ser extremádamente creativos con su contavilidad, por desgracia la mayoría no terminó siquiera los estudios (ya de por si bastante malos en su país tercermundista/capitalista/elitista) por lo que tiene que pagar a un economista o contable (porque yo no conozco a mucha gente de clase media que necesite un contable, personaje más que recurrente en las películas de hollywood, que hasta los polis tienen uno) para que justifique sus oscuros devengos. Por lo que parte de sus inicuas ganancias van al bolsillo de maquiavélicos economistas.

El hecho de que esta economía sumergida es mal sana para los fondos del estado donde residen es notoriamente conocido, pero lo que no es tan conocido por el vulgo es que debido al tipo de actividades que tienen que realizar para ganarse el pan (y el porche y la ps3 y la pantalla plana gigante...) muchas veces se tienen que perder los acontecimientos importantes de su familia (como el nacimento de la progenie, actividades extraescolares, obligaciones conyugales y un sin fin de pérdidas familiares y personales) ya que muchas de sus actividades son nocturnas (razón por la que más de uno ha sido asesinado por algún hijo que veía buffy, atravesando el corazón de algún progenitor pensando que era un vampiro que los mataría a todos (y es que la esquizofrenia ha hecho mucho daño, como en los casos del rol y los videojuegos)) o incluso les pueden llevar semanas fuera (casos de secuestro et caetera), creando en las fieles cónyuges, que permanecen siempre resignadas en casa queriendo crear un entorno familiar armonioso y viviendo en la casa de sus sueños, una sensación de abandono y falta de cariño.

Todo esto suele degenerar en terribles discusiones de pareja, que acaban repercutiendo en los hijos, creando hogares desestructurados (siempre quise utilizar esa palabra suena tan cool ^^) y creando nueva carne de cañón... digo sicarios/esclavos.

Pero claro todo esto se podría solucionar si el estado pudiera fiscalizar y regular este tipo de actividades sombrías, pues imagínense que un sicario/esclavo va a tener descendencia, podría pedir la baja por paternidad, lo sustituiría un sicario/becario/esclavo durante unas semanas, creando empleo, y permitiendo a la familia del sicario pasar verdaderos momentos familiares, de esos que unen (si es que se me ponen los pelos como escarpias imaginándome al matón cachas y lleno de cicatrices, con camiseta de tirantes negra, boina de chulo putas, pantalones de cuero y botas militares sosteniendo a su recién nacido entre sus musculosos brazos llenos de tatus de la carcel (coleccionables, por cada 3 condenas te regalan uno) mirándolo con carita de papi primerizo, mientras su mujer, con el pelo despeinado y con la cara reflejando el sufrimiento y esfuerzo del parto lo observa con cara de "ese es mi jhony", no me podeis negar que es una escena conmovedora donde las haya). Por no hablar de la seguridad que le crea a su familia el saber que durante unos días el cabeza de familia está a salvo de los polis y otros sicarios/esclavos rivales.

Vuestras atronadoras quejas de "salvaje" "ande vas" "eso sería una vergüenza" me están llegando através del espacio tiempo desgarrando mi realidad, y mi teclado.

Pero por favor dejadme que os explique lo magnífico que sería fiscalizar y regular algunas actividades ilegales y penadas en por ejemplo nuestro maravilloso país (total algunos ya lo hacen llevándose millones de leuros y sólo les meten 6 años de carcel a lo sumo...).

Hay actividades que mueven millones (sí, millones de euros) como las drogas que si bién es obvio que son dañinas para la salud, si también es obvio que las van a seguir consumiendo (no nos engañemos pensando que con educación las eliminaremos, si no mira el tabaco, todo el mundo sabe que es pésimo para la salud y está regulado por el estado, es adictivo desde el primer cigarrillo y nadie lo prohíbe), por que no por lo menos se hace legal, creando lugares de venta y consumo (igual que el tabaco no se puede tomar donde uno quiera en lugares públicos), creando fumaderos controlados, donde se aconseje y vigile. Además no olvidemos que para los adolescentes el hecho de que algo esté prohibido los incita a probarlo (a mi nunca me atrajo pero esque también soy un poco especial (tonto es el que hace tonterías)).

Así por lo menos la gente no se metería la mierda que se meten tantas veces, estarían vigilados para no meterse una sobredosis y el estado se llevaría el dinero en vez de cuatro traficantes.

Alguno pensará que entonces todo sería una orgía de drogas y que entonces la gente estaría drogada sistemáticamente todo el día y sería el fin del mundo. Bien miremos los paises bajos, es legal la maría y esta solo se puede tomar en ciertos lugares. Vaya la gente no está todo el día colocada sin saber que hora es ni que hace, y además todo el mundo tiene información desde pequeños de sus efectos y consecuencias, con lo que son mas consecuentes.

Otra actividad ilegal como la prostitución ganaría mucho si fuera legalizada y regulada, ya que primero, las mujeres y hombres que la realizaran estarían protegidos y controlados sanitariamente, así ganarían tanto profesionales como clientes, segundo, el estado se llevaría dinero que de otra manera no se lleva, tercero no solo se podría perseguir mejor la trata de blancas si no que además los profesionales colaborarían activamente en la erradicación de la misma pues sería dañina para el negocio. Y que nadie diga que la solución es que no haya prostitución porque siempre la ha habido y siempre la habrá, ya que satisface un instinto básico del ser humano que es dificilmente controlable (aunque tanto lo intenten las religiones, creando mucha represión, tensión y desinformación que luego siempre pasa factura).

Y por último he dejado para el final uno de los peores crímenes de este país (así lo entiendo o me lo han dejado entender por la importancia que se le ha dado y su seguimiento en medios de comunicación y el incapié de los ayuntamientos han mostrado, perseguido y tratado como si de una auténtica plaga se tratase), el botellón. Si al parecer el hecho de que los jóvenes se reunan para emborracharse es una lacra y una aberración inconcebible para nuestra sociedad actual.

Debe ser que el beber en cantidad y calidad es una actividad bohemia que nuestros jóvenes han inventado para fastidiar a sus padres. Voy a puntualizar lo de en cantidad y calidad porque a lo mejor alguno le ha parecido un sarcasmo y creanme, nada más lejos de la intención de este humilde escriba y tratadista de lo humano y lo divino (o gran espagueti guía mis palabras cual certero acero para aniquilar la incultura).

En cantidad me refiero por varios motivos, primero porque lo cobrado en los bares por una consumición puede llegar a lo ridículo dependiendo de la comunidad y el garito en sí. Además el alcohol tiene la desagradable manía de ser un veneno de efecto lento, no mostrando su verdadero rostro hasta una hora después de ser ingerido, por lo que muchos beben mucho pensando que no les está afectando, buscando "el puntillo" y consiguiendo luego melopeas dignas de un senador romano. Por lo que se necesita una información y una formación real en este aspecto para que los jóvenes y los no tan jóvenes beban con sensatez, tanto como quieran pero como dice la vox pópuli, "hay que saber mearlo", y si no lo saben mear que los amigos los controlen, que aprendan responsabilidad, que beber no está mal pero destrozar el mobiliario público está feo.

En cuanto a calidad me refiero al temido y de sobra conocido garrafón que nos ponen en muchos bares cobrándolo como un reserva, y encima después los dueños de los bares se quejan amargamente a los alcaldes de que los jóvenes se van de botellón y no consumen en los bares, baja el precio o por lo menos no des garrafón, las dos cosas sería algo inimaginable para este catador a tiempo parcial. Me explayaría largo y tendido sobre el asunto del garrafón pero una imgagen vale más que mil palabras.




Pero ¿Por que los jóvenes beben? ¿para sentirse bien, para deshinivirse, para socializar? esas actividades se dan en bares, pero la actividad del botellón va más allá de la simple borrachera, es un acto social, grupal si se me permite. Crea lazos entre aquellos que participan, crean y participan en juegos nuevos y atrevidos, se deshiniven, se pueden quitar su máscara y la pertenencia al grupo aumenta.

No todo esto está exento de riesgo para propios, agenos y objetos, pues muchos que beben como ya dije más arriba no lo saben mear, pero ahí es donde el verdadero grupo de amigos (si lo son) debe entrar en acción y controlar a la oveja descarriada (espagueti dales fuerzas carbonara para tan magna empresa).

El problema de los macrobotellones es que no solo la sociedad no está preparada para ellos (adecuando un lugar con las características necesarias para tal evento) si no que además no quiere estar preparada para ello.

Todo esto se solucionaría sencillamente si aplicásemos la suprema respuesta en nuestra sociedad. Evidentemente me refiero a 42. Se que ya lo he dicho todo nombrándo tan pitagórica solución, pero creo que aquellos cuya disertación interior es más lenta que este algoritmo se merecen una pequeña aclaración.

La solución que le estamos dando a todos estos problemas es prohibirlos, cerrar los ojos y esperar a que pase el problema. Nos subimos al árbol como simios asustadizos esperando a que el depredador se canse y se del piro, pero nuestro instinto no nos salvará, pues no es un depredador que tiene mejores cosas que hacer el que nos acosa, son nuestros infantes, o ya no tan infantes, los que necesitan que se haga algo y no se les diga un "porque no" ya que ellos en pocos años (lo queramos o no) van a ser los que tomen las riendas de sus vidas y necesitan algo más que prohibiciones basadas en éticas que ni comprenden ni comparten. Necesitamos un cambio real que se adapte a nuestras necesidades, ya que las leyes están para servirnos no para coartarnos ni forzarnos. Si la tradición es ley, por que no hacemos de la tradición ley y dejamos de estrangularla con leyes que ni aceptamos ni queremos (evidentemente alguno estará de acuerdo con estas leyes, pero desde luego son los interesados en acabar con estas actividades o los que las apoyan desde la sombra en el caso de las anteriores.)

P.D: Repito por si no ha quedado claro, ni consumo droga ni me hace gracia el consumo de las fuertes, no soy putero pero no apruebo el trato que reciben, he hecho botellón y en mi vida me he dedicado a romper o maltratar propiedad pública o privada, ni me he peleado, ni he preparado o participado en altercado alguno durante un botellón. Se puede beber con responsabilidad, aunque me haya cogido algún pedal, pero es lo que tiene el no saber.

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